Fazem alguns anos, eu participei de um "curso" de poesia no Instituto Moreira Salles - era todo sábado, tipo das 10 da manhã até 1 da tarde, ou alguma coisa do tipo, só sei qu'eu ia todo sábado, por um mês, sempre em uma ressaca desgraçada. O cara que dava a aula era o Cláudio Willer, um sujeito das antôngas que estava muito ligado ao movimento beat. Ele sabia tudo de poesia beat, traduziu Ginsberg, e meio que escrevi no esquema vômito. Ele fez a gente ler muito Octavio Paz e, além disso, me apresentou a Lorca. Eu conhecia pouca coisa, e gostava, mas o que fez eu me apaixonar foi o poema abaixo. Ele declamou o poema e pediu pra gente falar sobre ele, sobre o que a gente achava e eu falei "que esse maluco tá basicamente falando sobre a morte, mas sobre a morte como a grande niveladora, que deixa todos iguais, em um mundo além da morte em que tudo é igual, tipo o bagulho do cervo poder ver o mundo através dos olhos do cavalo, sabe, não faz diferença o que eles eram quando estavam vivos, assassino e assassinados são iguais. Além disso é sinistro por que ele prevê a morte dele." O povo meio que caiu de pau em cima de mim, eles tinham umas outras interpretações e acho que todos mundo parou de me levar a sério no momento em que eu me referi ao Lorca como "esse maluco". Mas o Willer gostou muito da minha interpretação e disse que era isso mesmo. De qualquer forma, esse poema, aliado a todas as coisas de teoria do Paz que eu estava lendo, fez eu começar a escrever de um jeito completamente diferente, que é mais ou menos o jeito como eu escrevo hoje.
Bem, chega, aqui está o poema:
FABULA Y RUEDA DE LOS TRES AMIGOS
Enrique,
Emilio,
Lorenzo.
Estaban los tres helados:
Enrique por el mundo de las camas;
Emilio por el mundo de los ojos y las heridas de las manos,
Lorenzo por el mundo de las universidades sin tejados.
Lorenzo,
Emilio,
Enrique.
Estaban los tres quemados:
Lorenzo por el mundo de las hojas y las bolas de billar;
Emilio por el mundo de la sangre y los alfileres blancos;
Enrique por el mundo de los muertos y los periódicos abandonados.
Lorenzo,
Emilio,
Enrique.
Estaban los tres enterrados:
Lorenzo en un seno de Flora;
Emilio en la yerta ginebra que se olvida en el vaso;
Enrique en la hormiga, en el mar y en los ojos vacíos de los pájaros.
Lorenzo,
Emilio,
Enrique,
fueron los tres en mis manos
tres montañas chinas,
tres sombras de caballo,
tres paisajes de nieve y una cabaña de azucenas
por los palomares donde la luna se pone plana bajo el gallo.
Uno
y uno
y uno.
Estaban los tres momificados,
con las moscas del invierno,
con los tinteros que orina el perro y desprecia el vilano,
con la brisa que hiela el corazón de todas las madres,
por los blancos derribos de Júpiter donde meriendan muerte los borrachos.
Tres
y dos
y uno.
Los vi perderse llorando y cantando
por un huevo de gallina,
por la noche que enseñaba su esqueleto de tabaco,
por mi dolor lleno de rostros y punzantes esquirlas de luna,
por mi alegría de ruedas dentadas y látigos,
por mi pecho turbado por las palomas,
por mi muerte desierta con un solo paseante equivocado.
Yo había matado la quinta luna
y bebían agua por las fuentes los abanicos y los aplausos,
Tibia leche encerrada de las recién paridas
agitaba las rosas con un largo dolor blanco.
Enrique,
Emilio,
Lorenzo.
Diana es dura.
pero a veces tiene los pechos nublados.
Puede la piedra blanca latir con la sangre del ciervo
y el ciervo puede soñar por los ojos de un caballo.
Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas,
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios,
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,
y que cl mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados.
2 Comments:
lindo lindo lindo
poema
gostaria de
ouvi-lo
recitado.
Quem se candidata?
yo!
Como la esfinge repito: quien so yo?
Postar um comentário